Un concierto que no debías perderte fue el de Tokio Hotel, el 14 de abril en París-Bercy.
Los alemanes sacaron la artillería pesada: un espectáculo visual impresionante, una aparición en la escena de una nave espacial, el cantante Bill enarbolando un impresionante vestuario futurista, pantallas gigantes de vídeo.
El grupo nunca ha sonado tan rock, riffs de guitarra de metal, harmonías vocales más amplias, nada ha sido dejado al azar.
La mayoría de los títulos estaban en alemán, una dedicatoria a los fans. El último álbum tuvo honor, sin olvidar los grandes clásicos como "Durch Den Monsun".
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